El estribillo es de una famosa canción de Vinicio Capossela que da título al baile de San Vito; la referencia en este caso no es, sin embargo, la famosa danza popular y el pueblo de San Vito del Salento, sino más bien, a la pequeña aldea rural que lleva el mismo nombre y se encuentra en Cerdeña a una hora y media de Cagliari.
Conozco San Vito de siempre pero sólo recientemente he tenido la oportunidad de descubrirlo realmente. Pasé ahí el último fin de semana de mayo en compañía de unos amigos. Al cálido ambiente rural hemos querido unir los primeros baños de mar, dos deseos en conflicto entre sí, pero que he sido capaz de hacer coincidir perfectamente.
Nos alojamos en el B&B Martina. En Martina el aroma rural se une al cálido perfume del Mediterráneo: el limonero, la lavanda, el orégano, la salvia; todas las hierbas aromáticas de su jardín se mezclan con el verde de otras plantas y con las vides retorcidas en la pérgola con sus uvas verdes a la espera de ser recogidas en septiembre.
La terraza del hermoso jardín, de la que pude disfrutar a la mañana siguiente durante el desayuno preparado por Martina, es sublime. Todo estuvo perfecto, la cálida luz del sol que brillaba con reflejos dorados a través de las esquinas de la pérgola, los sabores típicos del pan Civraxiu (pan tipo rústico), el Casu Axedu (queso fresco de oveja o cabra), las deliciosas mermeladas y el pan Pistoccu preparado con ricotta y miel … *
La noche anterior, en cambio, y siempre con el asesoramiento de Martina, cenamos en el restaurante La Capinera.
La cocina de Tobia fue otra grata sorpresa. Me dio mucha pena saber que Tobias dejaría al poco tiempo la gestión del restaurante, de hecho, lo hizo sólo unos días después de nuestra visita, y el restaurante está ahora de vuelta en las manos de los antiguos propietarios del local. A pesar de todo, estoy muy contenta de haber conocido a un tipo como él, sencillo, humilde y al mismo tiempo, entusiasta y apasionado de su oficio. Tobia reabrirá pronto en un nuevo lugar, no sé dónde todavía, pero por supuesto lo voy averiguar!! No tengo ninguna duda que donde se instale le va a ir bien y, en cualquier caso, le ofrezco mis mejores deseos, aunque tal vez nunca lea este artículo 😉
Mi estancia en San Vito continúa por el mar. A la mañana siguiente, después del desayuno, nos trasladamos a la zona de Castiadas y fuimos a Monte Turno, donde además de unos cuantos baños en el mar, disfrutamos de una buen almuerzo en el IKI.
En la zona de San Vito, recuerdo que un tiempo atrás di un paseo a las minas de Monte Narba. El pueblo minero está completamente abandonado y por desgracia ahora lleno de escombros. Poco a poco se derrumba y los escombros no están dejando ningún rastro de este hermoso lugar que en el siglo XIX fue uno de los yacimientos más importantes de plomo y plata en Italia. Recuerdo en particular la villa, que supongo pertenecía a los gerentes de la mina; ahora en ruinas y llena de escombros, pero aún intactos se pueden ver los frescos de las habitaciones y sus colores, el rojo pompeyano, el amarillo ocre y el azul, y aunque desvanecidos, se perciben incluso dentro de las paredes de las casas abandonadas, rodeadas por el Mediterráneo. Por desgracia, la mía fue una visita improvisada y no llevaba conmigo ni siquiera la cámara, pero ahora que he redescubierto la zona, no voy a perder la ocasión de volver y documentar los detalles de un pedazo de la historia importante de Cerdeña, que se encuentra en serio peligro de desaparecer para siempre.
De mi visita a San Vito, debo decir que lo que más me sorprendió es la gente. Volviendo a la estrofa de la canción y lo que significa, donde describe el frenesí causado por la picadura de la tarántula, digo que, desde que he estado aquí lo que «no me pasa» es el recuerdo de una experiencia importante especialmente desde el punto de vista humano. Conocí a gente maravillosa. Por Martina y Tobia siento admiración y estima, su mente abierta y siempre dispuestos a mirar por encima de un contexto en que no siempre es fácil hacerlo, y me han conquistado literalmente. Por otra parte, y junto con otros alojamientos siempre de estilo rural, han encontrado una manera de crear una sinergia y «red» a través de una asociación llamada Antichi Portali (Portal Antiguo) (www.antichiportali.it), que promueve el territorio de Sarrabus Gerrei y ofrece su turismo rural y cultural.
En el viaje de Sardinia 12 a menudo moraremos en las personas. Ellos son los verdaderos protagonistas de las historias que contamos, y el valor del lugar, su belleza, aumentan sólo cuando son reconocidos por las personas que los conocen bien y que viven en estos sitios desde hace mucho tiempo. Lamentablemente no siempre hacemos esto, muy a menudo damos por sentado fácilmente un valor como la belleza, que poco a poco podría perderse para siempre. Pero creo que en este viaje serán muchas las personas validas que conoceremos y que nos dejarán su conocimiento… esta vez lo hemos encontrado en San Vito y estamos convencidos de que es sólo el comienzo …
* La Civraxiu y Pistoccu son dos panes típicos de Cerdeña; el Civraxiu es originario de Sanluri (país del medio Campidano), y se prepara con sémola de trigo duro. Sus características principales son su forma circular, con crujiente corteza exterior y miga suave dentro.
Situación: https://www.google.es/maps/place/San Vito
Canción: Il ballo di San Vito