El autor de estas hermosas fotos es un buen amigo mío, su nombre es Roberto Murgia, llamado Bob. Las fotos muestran algunos momentos del rito de la Semana Santa en Cagliari. Sa Chida de Santa,  que es su nombre en lengua sarda, se lleva a cabo por las calles del centro histórico: Villanova, Stampace, Castello y el barrio de la Marina, reviviendo il triduo pasquale, es decir, el suceso de la pasión de Cristo, su muerte y resurrección. Todo esto ocurre en un ambiente evocador de las antiguas costumbres místico-religiosas de origen español.

Los ritos de la Semana Santa implican a la totalidad de Cerdeña y las celebraciones comienzan el Viernes antes del Domingo de Ramos con la procesión de los Misterios (Is Misterius). En la procesión se describen los emotivos rituales  de Deposición de la Cruz, que en Cerdeña se llama: «En Scravamentu» y la reunión entre la estatua de Jesús y la Virgen María: «S’Incontru«. Las fraternidades locales son los protagonistas indiscutibles del evento: el tratamiento de las representaciones sagradas, desfilando con sus trajes con capucha y cantando canciones religiosas en latín y sardo.

En Castelsardo por ejemplo, se celebra el evento del «Lunissanti» (el lunes santo). Después de la misa, que se celebra en la madrugada en la iglesia de Santa María, entre las calles medievales de la pequeña población, los apostuli (apóstoles) desfilan junto con li cantori (los cantantes). Los cantantes se dividen en tres coros que toman el nombre de las canciones que cantan: Lu Miserere, Lu Stabat y Lu Jesu. Dentro de los coros existen otras subdivisiones que surgen en función de los tonos de los cantantes.
Hay un libro muy bueno que recomiendo absolutamente. El autor es Daniele Congiu y el título es: “La chiave di Velikovsky”(La clave de Velikovsky). Es una novela negra muy sarda, muy entrañable y que afronta, de forma detallada pero a la vez de intrigante y ligera,  el tema de lo sagrado y la música simbolismo religioso. En el fondo se tratan también otros temas fascinantes y misteriosos, como el de las líneas ley, las líneas de fuerza que atraviesan el globo y que se revelan sólo en algunos lugares de Cerdeña con propiedades electromagnéticas específicas.
El canto del Stabat Mater, que se registra en el libro, revela su carácter sagrado, su misterio y en especial su perfección casi mística. «Ella era la madre«, esta es la traducción del latín de la hermosa oración que describe el momento más doloroso de una mujer, una madre que estaba, de hecho «está», junto a su hijo mientras él sabe que van a matarlo. Un dolor lento y agonizante que brilla a través de las canciones con toda su delicadeza y precisión.

Así es como se lleva a cabo la procesión, los cantantes se alternan con los apóstoles que llevan los Misterios. Al final de la procesión se exponen los Misterios, en función del orden de llegada, delante del altar de la Abadía de Nuestra Señora de Tergu donde se celebran los sacramentos.

Al final de la misa, las festividades comienzan, y es en este momento que lo sagrado se une a los profano y se celebra la llegada de la primavera. De vuelta, toma la misma ruta de salida y la procesión termina en el mismo lugar desde el que había salido por la mañana, en la iglesia de Santa María.

Asimismo, de las celebraciones que tienen lugar en Cagliari, el momento más sentido de la Semana Santa es la procesión S’Interru, el cortejo fúnebre del Cristo muerto, que es seguido por la Madonna (la Virgen), y se llevan hasta la catedral de Santa María.

La animada participación del pueblo en los eventos de la Semana Santa, hace hincapié en la autenticidad de un evento que todos sienten, creyentes y no. La atención a las tradiciones, el laico que se une a lo sagrado, la fuerza expresiva del canto coral y de la música, aviva en nosotros las emociones puras, así, que como la primavera, vuelve cada año y se regenera.

A través de estas fotografías se perciben las emociones intensas de las que hablo. Me parece la mejor manera de desearos una Feliz Pascua y para acompañaros, una vez más, en un viaje por las tradiciones de nuestra tierra.

Gracias de nuevo, Bob! 😉