La vida en Cerdeña es probablemente lo mejor que un hombre puede esperar: veinticuatro mil kilometros de bosques, de campiñas, de costas sumergidas en un mar milagroso y que debe coincidir con lo que yo recomiendo a Dios que nos dé como Paraíso. Los sardos en mi opinión deberían decidir mejor si ser independientes dentro de una comunidad europea y mediterránea.
– Fabrizio de André