Hay poco que hacer. Cada año, en este periodo del año, aparece de nuevo el deseo irrefrenable de estar al aire libre,y de forma automática en mi cabeza comienzan a saltar imágenes de aquí para all, imágenes de lugares conocidos de mi amada Cerdeña que están particularmente cerca de mi corazón y que no puedo esperar la hora para volverlos a ver, pero sobretodo de revivirlos!
Uno de estos lugares es, sin duda, Nora.Nora para mí es uno de esos lugares donde el tiempo no existe, incluso si se va por primera vez, se piensa que se conoce de siempre. Se encuentra a sólo 30 km de Cagliari y muy cerca, casi adjunta diría, a la encantadora pequeña ciudad de Pula, que a su vez ofrece un ambiente cálido y acogedor. Nora es cultura, historia antigua, arqueología, y hay hermosas playas cerca, como también las igualmente bellas Chia y Teulada. Tiene una laguna, una marina, la antigua iglesia de San Efisio (la patrona de Cagliari), pero sobre todo hay algo en el aire de Nora que te lleva lejos, algo que sin duda tiene un fuerte e intenso vínculo con el pasado y su historia, un vínculo que se siente solo cuando uno se encuentra físicamente allí.
A Nora, siempre me gusta decir la verdad, voy a menudo durante todo el año. Por supuesto, en la primavera es una explosión de colores y aromas que crean un panorama aún más rico, pero, si digo la verdad, me encanta Nora incluso en días de lluvia.
Sobre todo al principio del verano, cuando la primavera llega, y programo para el tan esperado fin de semana un regalo en forma de ruta de bienestar en el Nora Club Hotel and Spa
Este lugar es magnífico! Descubierto por casualidad durante un paseo con algunos amigos en el mes de diciembre, el Nora Club Hotel & Spa, es un hotel de 4 estrellas, abierto todo el año para sus clientes (incluyendo los que no están alojados en el hotel), y proporciona un pequeño pero muy relajante programa de bienestar que dura una hora y media con jacuzzi y baño turco. El programa SPA puede combinar masajes, tratamientos faciales y corporales, té de hierbas caliente y disfrutar de un buen rato, mientras vemos caer la lluvia desde la ventana desde un hermoso jardín interior. El efecto es sublime y muy gratificante.
Entre las muchas cosas que me fascinan de Nora, están las ruinas de la antigua ciudad fenicia de 238 aC y que pasó bajo el dominio romano. Incluso hoy en día, la ciudad conserva sus ruinas de una manera donde uno se puede imaginar perfectamente la vida que se llevaba durante esa fascinante civilización. En el pequeño teatro romano cada verano se organizan eventos culturales de gran belleza como La Noche de los Poetas, un festival muy interesante que combina bien con los orígenes de Nora y su historia. A mí personalmente los restos arqueológicos cerca del mar me tienen siempre, literalmente, enloquecida. Los suelos de mosaico de los baños de Nora todavía se pueden ver y se entiende porque esta antigua Acrópolis fue un lugar de tranquilidad con una ubicación perfecta en el pasado. La pequeña bahía formada por un puerto natural que se encuentra cerca de las ruinas crea un puerto seguro de cualquier tipo de viento.
Los días de sol son perfectos para organizar una visita guiada a las ruinas. Pero primero recomiendo tomar un buen café en la terraza del bar junto a la taquilla. Desde ahí se puede ver la hermosa bahía y el promontorio que forma el hogar de la Torre Aragonesa de Cortellazzo que desde la colina domina la antigua ciudad fenicia.
Al otro lado de la bahía, se encuentra el parque de la laguna. Aquí se encuentra un centro de rescate de cetáceos y tortugas marinas. El centro también organiza diversas e interesantes actividades como piragüismo y buceo, gracias a las cuales se pueden visitar los fondos marinos y observar los hallazgos arqueológicos de los antiguos romanos.
Un agradable descubrimiento que se remonta a hace unos años, creado también por los jóvenes del Centro de Recuperación, es el de turismo pesquero Fradis Minoris, un excelente restaurante sostenible que prepara un excelente menú con pleno respeto de la biodiversidad marina. El chef, un chico jovencísimo con creatividad sin límites, prepara deliciosos platos utilizando sólo los productos de la pesca del día, lo que implica la realidad local como pescadores y ofrece a los turistas la oportunidad de saborear los gustos y sabores auténticos y de temporada.
Además de este, probé otro restaurante con encanto que se encuentra en la avenida principal de Nora y está abierto todo el año y se llama Terme di Nora. La comida es genial y es una mezcla entre sarda y liguría.
Hay muchas cosas que podemos hacer en Nora y yo, que puedo frecuentarla a menudo, todavía tengo mucho por descubrir.
Nora es tan hermosa y etérea como una figura femenina delicada para contemplar, segura y discreta, casi tímida, pero plenamente consciente de su belleza y del hecho de que una vez que sabes que no pasará mucho tiempo para que tengas el deseo de querer volver a verla, incluso para un simple saludo o un paseo por la hermosa bahía.
Comentario de la Turista: En verano se debe evitar la visita a las ruinas al mediodía en días muy soleados por las altas temperaturas que hará que sintamos nuestros cuerpos derretirse frente a los maravillosos mosaicos. A pesar de todo (siempre hay valientes!), por favor no olvidar llevar agua y un buen sombrero.
Situación:
Hotel & Spa: https://www.google.es/maps/place/Nora Club Hotel & Spa
Playa: https://www.google.es/maps/place/Spiaggia di Nora
Area Arqueológica: https://www.google.es/maps/place/Nora Archaeological Site