En un viaje veraniego, recorriendo la isla de sur a norte, paramos en una indicación a la derecha de la autopista que ponía «Nuraghe de Santa Barbara«. La caminata resultó ser de casi de 1 hora (señores! podrían poner algún letrero con la distancia!) pero la experiencia es muy bonita, puesto que se trata de un camino de tierra entre campos de cultivo y ganado.
Durante el trayecto, pudimos fotografiar esta bonita postal del interior de la isla, mientras las campanas de la ciudad de Macomer rompían el silencio. De nuevo, Cerdeña fue capaz de transportarnos al pasado, haciéndonos imaginar como debía ser la vida en esos tiempos en que las iglesias avisaban a los habitantes de cualquier acontecimiento. Vivimos la experiencia aún más realista, por el hecho que los teléfonos no funcionaban! Cuando volvimos atrás y llegamos al coche de nuevo, inevitablemente, reanudamos el contacto con «la realidad de nuestros tiempo», pero la sensación de haber experimentado algo extraordinario, nos impresionó. Por unos momentos nos sentimos como los protagonistas de la famosa película: «Regreso al futuro», pero a diferencia de la película, el viaje aún debía seguir y en nuestros corazones sabíamos que, con razón, muchos otros se sorprenderán con la experiencia como nosotros. Como es natural, subimos al coche y reanudamos nuestro viaje, manteniendo celosamente para nosotros mismos la sensación experimentada durante esa experiencia algo surrealista y hermosa que acabamos de vivir.
Comentario de la local: Yo también he tenido que vivir muchas veces estas experiencias en mi isla. Cerdeña todavía mantiene un fuerte vínculo con el pasado y, como he escrito muchas veces, ayuda a vivir la hora de otra manera, olvidando el ritmo agitado de la vida moderna.
Pero muchas veces, eso no tiene nada que ver con las señales de tráfico de Cerdeña … son un verdadero desastre! 😉 De una forma u otra siempre uno se las arregla para seguir las mejores indicaciones o «no-indicaciones» de las carreteras, pero siempre es un gran trabajo, por desgracia. Cuando se está de vacaciones y no se quiere tener ningún inconveniente durante el viaje, entiendo que la cosa no siempre puede ser agradable.
Macomer está muy cerca de Bosa, está situado en el interior de la isla y sirve de pasaje para llegar a las diferentes zonas del norte de Cerdeña, como la Gallura. Los paisajes del norte de Cerdeña son muy diferentes de los del Sur. Son más verdes y con una vegetación más densa. A pocos kilómetros de Macomer se sitúa el famoso bosque petrificado de Burgos, un interesante testimonio del pasado que retrata el fenómeno de la transformación del paso de los años en los troncos de los árboles a lo largo de milenios, y debido al cambio climático, han sufrido una transformación lenta hasta convertirse en piedra, pero manteniendo su forma original.
Estuve en Burgos de niña y tengo un maravilloso recuerdo del lugar. Pienso volver pronto. Se me ocurre pensar en ello cuando, al volver del norte de Cerdeña a Cagliari, veo la indicación (en este caso muy clara), en dirección a Burgos (lugar de origen español inequívocamente) y a su bosque encantado. Ahora, con el blog, tengo una razón más para organizar una parada en esa zona y poner en práctica las valiosas sugerencias de Raquel respecto a distancias! 😉